La importancia de los juegos de construcción comienza en edades tempranas, depende del desarrollo de cada niño, pero aproximadamente a los dos años comienzan a sentir curiosidad por los bloques y por apilarlos. Según van creciendo, los niños sienten curiosidad al ver a los adultos encajar piezas e intentarán ir encajándolas ellos. La siguiente etapa continua por la construcción de torres encajando las piezas de construcción, los niños se divierten haciéndolas hasta que estas se caen y vuelven a repetir la operación una y otra vez.
Una etapa intermedia de los juegos de construcción se basa en construcciones varias, son abstractas y no claras, pero con intencionalidad clara de fabricar un objeto. En esta etapa ocurre algo semejante a los dibujos, los niños hacen garabatos a nuestros ojos, pero para ellos son personas, animales o cosas.
La etapa final es aquella en la que logran hacer construcciones muy parecidas a los objetos que representan, se debe al desarrollo de la motricidad fina y al desarrollo de la inteligencia.
Beneficios
La importancia de los juegos de construcción es evidente: con este tipo de juegos, los niños aprenden muchísimas cualidades y conceptos que les serán vitales para su desarrollo. Estos son algunos de los beneficios de los juegos de construcción en edades tempranas:
- Desarrollan la coordinación óculo-manual: Se trata de una habilidad de la que depende la destreza manual indispensable para el aprendizaje de muchas tareas escolares y un sin número de prácticas necesarias en la vida corriente, gracias a la cual aprendemos a ajustar los movimientos que relacionan la mano con un objeto.
- Favorecen la psicomotricidad fina de manos y dedos: Fortalece los músculos y mejora la precisión y la coordinación de los movimientos que realizan los niños con las manos y dedos, una habilidad imprescindible para la correcta adquisición de la escritura cuando llegue el momento.
- Desarrollan habilidades Visio-espaciales y Visio-perceptivas: Capacidades que necesitamos para ubicarnos en el espacio, utilizar las referencias del entorno y desenvolvernos en él dando significado al mundo que nos rodea. Facilita la comprensión y la utilización de conceptos espaciales como alto-bajo, cerca-lejos, delante-detrás, o cuantitativos como grande-pequeño, lleno-vacío…
- Fomentan la organización: Estimulan las funciones cerebrales ejecutivas de organización, planificación o flexibilidad.
- Estimulan las matemáticas: Permiten el aprendizaje de conceptos matemáticos básicos y de formas geométricas sencillas.
- Trabajan la física: Aprenden leyes físicas como la gravedad o el equilibrio.
- Fomentan la atención y la concentración: Los niños aprenden que para encajar o enroscar las piezas, hay que prestar mucha atención.
- Enseñan los colores a los niños: Les ayudan en el aprendizaje de los colores.
- Enriquecen la expresión oral: Gracias al aumento del vocabulario que se utiliza en el juego compartido.
- Fomentan la imaginación: Desarrollan la imaginación y creatividad.
- Promueven el razonamiento cognitivo: Pueden utilizarse para el aprendizaje de las clasificaciones por colores, formas o tamaños a la vez que también para hacer series lógicas.
- Enseñan a simular: Son también un excelente material para los juegos de simulación, donde los niños y niñas adoptan diferentes roles o papeles, utilizándolo como mecanismo de sustitución y representación de la realidad.
- Estimulan la práctica de valores: Cuando juegan en grupo o entre hermanos fomentan valores como la cooperación y la colaboración.
- Estimulan el amor propio: Fomentan el desarrollo de una buena autoestima y auto concepto, ya que el niño se siente capaz de realizar diferentes construcciones y si además si éstas son valoradas por sus padres, hermanos o amigos mucho mejor.
- Enseñan a recoger los juguetes: por último, son una excelente herramienta para enseñarles a ordenar y recoger.
Autor: Ing. Héctor Abril.
experto en tecnología y didáctica.